Las fachadas de un edificio son los elementos más expuestos a la agresión medioambiental y, a su vez, suponen la carta de presentación de éste, pues nos aporta información sobre época de construcción, estilo e influencias arquitectónicas, calidad de los materiales empleados (entorno socioeconómico de su construcción) y estado de conservación, que podremos hacer extensivos a la totalidad del edificio. Es, sin duda, una de las partes más importantes del edificio al acometer su rehabilitación y debemos ser especialmente cuidadosos al conjugar factores de durabilidad y protección, con la estética de un estilo arquitectónico como parte integradora de un paisaje urbano, siendo respetuosos con su entorno actual pero sin olvidar sus orígenes.
En ARLA empleamos los métodos más modernos en rehabilitación de fachadas (limpiezas en seco de bajo impacto, morteros de última tecnología, resinas, pinturas de alta calidad, etc.), que conjugamos con otros más tradicionales (estucos de cal, esgrafiados, piedra artificial, etc).